BIM es una herramienta fundamental para mejorar la evaluación ambiental −basada en ciclo de vida− en el proyecto, construcción y mantenimiento de los edificios y las infraestructuras. Sin embargo, el traslado de información de los productos concretos empleados en la obra precisa un importante trabajo manual, ya que la información de las declaraciones ambientales de producto (DAP ) no está estructurada de forma que facilite su traslado a IFC.